Nuestra Congregación de Hermanas Apostólicas de Cristo Crucificado es una Congregación Religiosa Católica fundada por la viuda María Séiquer Gayá y Amalia Martín de la Escalera. Su casa generalicia se encuentra en Santo Ángel (Murcia). Su fundación data del 13 de septiembre de 1939, la aprobación diocesana data del 12 de Octubre de 1947 y por último recibió la aprobación pontificia por S.S. Pablo VI el 7 de Enero de 1975.
Nuestra Madre (María Séiquer Gayá) luego de haber perdido a su marido (Don Ángel Romero Elorriaga) durante la Guerra Civil de España (1936) decide ingresar en una comunidad religiosa iniciando su experiencia con las Esclavas del Sagrado Corazón, sin embargo, al final descubrió que su deseo era el de fundar una congregación. Con la ayuda de Amalia Martín de la Escalera y el permiso de Miguel de los Santos Díaz Gómara, obispo de Cartagena, dio inicio la Congregación de Hermanas de Cristo Crucificado, con el fin de dedicarse a la educación de los jóvenes campesinos, de visitar a los enfermos y atender a los más pobres.
La primera casa fue la de Santo Ángel, en la provincia de Murcia (España). A día de hoy ejercen su labor en distintos pueblos de España, Latinoamérica, Centroamérica y África.
Movidas por la acción del Espíritu Santo, contemplamos en fe y amor a Cristo Crucificado e intentamos adoptar sus mismas actitudes de Sacerdote y Víctimas, consagrando con ÉL, toda nuestra vida a Dios por el bien de toda la Iglesia.
MADRE MARÍA SEIQUER GAYA
“Que nuestro ejemplo en los pueblos sea la mejor obra evangelizadora” (M.M.S.)
Nace en Murcia, el 12 de Abril de 1981. Es educada en las religiosas de Jesús María. Contrae matrimonio con D. Ángel Romero, entregándose juntos al servicio a los pobres y gente más necesitada. Tras la muerte de D. Ángel, el 13 de Septiembre de 1936, siente la vocación a la vida religiosa.
En 1939 funda junto con Madre Amalia el Instituto de Hermanas Apostólicas de Cristo Crucificado, destacando el amor, el crucificado y el perdón por encima de cualquier situación de dolor. Se entrega a la educación y formación de los niños, hombres y mujeres de los pueblos y aldeas, mediante y sobre todo la creación de escuelas. El 7 de enero de 1975 tuvo la alegría de ver aprobada definitivamente su congregación con el Decretum Laudis de la Santa Sede.
Tras una penosa enfermedad muere el 17 de julio de 1975. El 4 de febrero de 1989 se abre el proceso de canonización de la Madre estando actualmente a la espera de la realización de algún milagro.
AMALIA MARTÍN DE LA ESCALERA
“No amó Cristo a los pobres solo con amor de protección, sino con amor de hermano…” (M.A.)
Nace en Santander, el 22 de mayo de 1895. En su hogar se vivió siempre el amor a los pobres y necesitados, ayudándoles en sus necesidades materiales y formación espiritual. Desde niña sintió la necesidad de extender el reinado de Cristo Crucificado entre la gente de los campos, pueblos y aldeas.
En 1929 escribe lo que el Señor iba despertando en su interior acerca de su misión en la vida, que con la guerra civil es destruido por un incendio. Tras el encuentro en Salamanca con Madre María, comienza a ver con claridad que su sueño puede hacerse realidad.
En 1939 viene a Murcia junto a María para iniciar la fundación. Su deseo era que todo trabajo apostólico estuviese precedido y cimentado en la oración, sin la cual no concebía la posibilidad de poder irradiar a Cristo.
El día 1 de marzo de 1984 muere en Villa Pilar, rodeada de sus hermanas de comunidad y despidiéndose de ellas.
Organización
La Congregación de Hermanas Apostólicas de Cristo Crucificado es un instituto religioso de derecho pontificio centralizado, cuyo gobierno recae en la Superiora General, le coadyuva su consejo, elegido para un periodo de seis años. La sede central se encuentra en Santo Ángel (Murcia-España).
Las hermanas apostólicas se dedican a la educación e instrucción cristiana de la juventud, en sus colegios, especialmente en las áreas rurales. Además, desempeñan su labor apostólica en pueblos, aldeas, parroquias, lugares del tercer mundo, hogares de acogida, etc. En 2017, el instituto cuenta con 120 religiosas y 24 comunidades, presentes en Bolivia, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, Mozambique y República Dominicana.